Analisis Circuito Silverstone

Silverstone es una pista rápida, pero también muy compleja, con una superficie muy abrasiva para los neumáticos, por lo que aquí entrará en juego la estrategia a utilizar por los pilotos en cuanto al número de paradas en boxes. Presenta una serie de curvas muy rápidas, especialmente la 3, 4, 5 y 13. Se trata de unas zonas donde el piloto debe escoger muy bien el sitio para trazar la línea correcta (atención a esto que es fundamental para apurar la velocidad al máximo) y poder lograr buenos tiempos. El coche debe ser estable en las zonas de alta velocidad (barras estabilizadoras con valor alto) y debe cambiar de dirección con suavidad (no debe haber mucha diferencia entre el valor del alerón delantero y el trasero). Pero al mismo tiempo, también se requiere una buena tracción y agarre para las curvas más lentas, como la 8, 14, 15 y 16.
Silverstone no puede considerarse un circuito en el que los motores sufran puesto que los coches tan solo aceleran al máximo el 55% del tiempo de carrera. Tampoco existen grandes frenadas, excepto antes de la curva 8, por lo que los discos no sufrirán en demasía.
Una vez iniciada la vuelta nos acercamos a la primera curva, 'Copse', a cerca de 295km/h. La entrada a ésta es muy difícil porque no se puede ver la salida de la misma (el ápice) ya que conforme se gira es una curva muy rápida, la cual se debe tomar en plena aceleración cuando el coche está descargado. ¡Cuidado con tocar los pianos, nos puede despedir hacia el muro!.
La salida lleva al difícil complejo de las enlazadas, alcanzando una velocidad máxima similar de 295 km/h. La primera curva a la izquierda, 'Maggotts', es tomada a fondo y nos colocamos hacia el exterior para tomar la próxima a la derecha por el interior también a todo gas. Después de esto soltamos algo el acelerador, reduciendo la velocidad para tomar la penúltima curva a la izquierda también por su interior, e inmediatamente volvemos a buscar el vértice de la última curva a la derecha de 'Becketts' acelerando a tope.
El leve giro a la izquierda, 'Chapel', que lleva a la recta 'Hangar' es tomada a fondo también, tocando el ápice a cerca de 235 km/h. Al final de la recta se alcanza la máxima velocidad en el circuito de aproximadamente 305 km/h (dependiendo del reglaje del coche) antes de soltar el acelerador y bajar la velocidad para tomar la curva 'Stowe'. En la próxima corta recta se alcanza cerca de 280 km/h antes de reducir justo a menos de 90 km/h en 2ª velocidad para la curva más lenta del circuito, la de la izquierda que lleva a la curva 'Club'. Es un giro complicado ya que debemos de acelerar progresivamente para no perder tracción y alcanzar una buena velocidad, al tiempo que se lucha con el coche para salir de esta larga curva. En el camino a la chicane, 'Abbey', una vez más se alcanza cerca de 295 km/h, una velocidad parecida a la de la recta de meta. Para la primera parte de 'Abbey' se tendrá que frenar suavemente con antelación para girar a la izquierda (incluso tocando algo el piano) y tomar la próxima hacia la derecha con el acelerador a fondo.
Ahora llega una de las curvas más rápidas del circuito, 'Bridge'. Se debe tomar completamente a fondo a cerca de 265 km/h teniendo especial cuidado con la trazada. Después se necesita posicionar el coche bien sobre la derecha para poder tomar 'Priory' correctamente, y para ello soltamos el acelerador para reducir la velocidad. Volvemos a dar gas en medio de la curva y se llega cerca de 215 km/h en 4ª velocidad antes de frenar nuevamente para la larga curva a la izquierda del circuito, la cual se toma a 105 km/h en 2ª. Casi inmediatamente entramos en las últimas curvas, 'Luffield' y 'Woodcote'. Éstas forman una curva muy larga a la derecha, donde otra vez la salida es difícil e importante, ya que se necesita acelerar suavemente para no perder tracción ni la trazada, y luchar con el inevitable subviraje para conseguir buena velocidad en la recta de meta. Esto nos deberá permitir completar la vuelta cruzando la línea de meta a cerca de 280 km/h.