A grandes rasgos, Singapur es un circuito muy lento (el segundo tras Mónaco), con muchas curvas que hay que trazar a poca velocidad y donde adelantar es muy complicado. Se trata de un circuito típico de carga aerodinámica máxima, similar a Mónaco.
Su peculiaridad con respecto al resto de grandes premios es que se corre de noche, algo que todavía no habíamos tenido nunca en Fórmula 1. Si el clima fuera real, las condiciones de humedad y temperatura decreciente de la noche serían uno de los aspectos técnicos a tener muy en consideración en este trazado de 5.067 metros. Otro detalle es que se corre en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Una de las principales características del trazado urbano de Singapur es que está encajonado entre amenazantes muros, por lo que será difícil no tener daños en caso de accidentes. Esto puede ser preocupante a la salida de las curvas (puntos ciegos) para los pilotos que vengan por detrás, ya que no les daría tiempo a reaccionar en el caso de que hubiera coches apelotonados en pista. No es un circuito fácil para el piloto en absoluto, con muchas curvas lentas donde el error se paga muy caro, y en pocas ocasiones se puede aprovechar el arcén interior. Tiene un total de 25 giros y la mayoría hay que tomarlos en 1ª, 2ª y 3ª.
El desgaste de las gomas será importante por el número de curvas y la alta carga aerodinámica. La opción del neumático blando será la acertada. Con el número de vueltas programado, no se puede optar por la estrategia de una parada, ya que la carga de combustible es superior a la capacidad del coche. Es evidente que los monoplazas colocarán sus alerones casi al máximo de altura (recomendado 50-45) para que exista más estabilidad en las frenadas y se pueda disponer de una buena tracción en la salida de las curvas lentas. En cuanto a las barras estabilizadoras lo recomendable es que se coloquen en un nivel bajo, sobre todo detrás para disfrutar de mayor agarre en curvas (140-60).
Otro factor técnico es el exceso de utilización de los frenos, con niveles de desgaste similares a los de Melbourne. El circuito no tiene frenadas muy fuertes (tan sólo una al final de la recta más larga en la curva 7), pero el constante empleo del freno en la vuelta hará que la refrigeración del sistema de frenado sea un factor crítico (recomendable a 4). Las suspensiones, uno de los reglajes más complicados de predecir en circuitos nuevos, serán tan blandas como se pueda para lograr el máximo grip mecánico y una buena tracción. El motor no debe sufrir excesivamente, y se podrían utilizar unas relaciones de cambio muy cortas para optimizar el aprovechamiento del motor a bajo régimen.
En definitiva, las claves para conseguir un buen resultado en Singapur son las siguientes:
- Un reglaje acertado para conseguir mayor agarre y tracción.
- Buenas manos y concentración para no tener errores y sufrir daños en el coche, lo que obligaría a visitar los boxes más de lo deseado.
- Acertar con la estrategia de paradas para adelantar a los rivales en los repostajes, ya que en pista será muy complicado.
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