Monza es el circuito más rápido del campeonato donde las velocidades medias a una vuelta pueden rondar los 240 km/h. Los coches se preparan con una bajísima carga aerodinámica para poder sobrevolar las impresionantes rectas del trazado italiano exprimiendo el motor, clavar los frenos en sus desafiantes chicanes, y saltar por encima de los pianos para perder el menor tiempo posible. Eso es Monza, un coche super ligero sobre el que el piloto a veces tiene la sensación de no tener el control absoluto.
El elemento que más sufre en el trazado italiano es sin duda el motor. El propulsor está en Monza alrededor del 70% de la vuelta funcionando a fondo, con un tramo máximo de 16 segundos sin respirar, por lo que será muy importante la refrigeración del mismo. La velocidad es clave en esta pista donde los coches alcanzan los 350 km/h, y la combinación de un motor bien revolucionado (un buen ajuste de marchas) y un set-up de baja resistencia aerodinámica será clave para ser veloz en las rectas.
También son un auténtico desafío las diversas chicanes y curvas que exigen que el monoplaza sea muy estable en la frenada, algo que no es fácil de conseguir considerando la configuración aerodinámica de baja carga. Es crucial que el coche, por muy ligero que sea, no se vaya en la frenada (bajar la barra estabilizadora trasera). Esta es la segunda gran clave en Monza.
Finalmente, el tercer factor importante en Monza es reglar las suspensiones blandas, de manera que los monoplazas puedan saltar sin problemas por encima de los pianos de las chicanes. Es de vital importancia pisar los mismos si se quieren marcar tiempos competitivos.
Por lo que respecta a los neumáticos, Monza es un trazado donde se podrían utilizar unas gomas blandas si sólo se tiene en cuenta las características de su asfalto, pero en el que las altísimas velocidades que se alcanzan pueden afectar en demasía provocando un gran desgaste, y podría ser interesante probar con gomas más duras.
Un momento trascendental en la carrera es la salida, ya que a pesar de la multitud de cambios que se han hecho en la primera curva, la primera frenada suele provocar muchos incidentes. Después, van llegando variantes, las Lesmo, la variante Ascari, la Parabólica… Todas son curvas impresionantes que no necesitan de mucha explicación, sólo frenar en el momento justo y controlar el coche en la aceleración. Ojo con entrar demasiado cruzado en los giros, ya que nos puede provocar salidas de pista que nos harán perder muchísimo tiempo.
La estrategia en boxes puede ser a una parada, ya que el número de vueltas no es excesivo y la carga de combustible no es elevada.
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